16 de marzo de 2009

Una personal...

Yo escribo, lo hago desde niño, siempre me sentí más agusto con la palabra escrita. A mis primeras novias les escribia en vez de hablarles, a mi madre para pedirle permiso de algo siempre lo dejaba en recaditos. Ahora en mis diecisiete años de edad, agradezco mucho eso. El año pasado fui segundo lugar estatal en un reconocido concurso de cuento. Éste año se repite dicho concurso y jamás en mi vida me habia esforzado tanto en escribir algo que yo - según mi criterio - considerara bueno, bien elaborado, trascendente y ¿por qué no? artístico.

La convocatoria de éste concurso dice que, en el area escolar el cuento ganador tiene que ser seleccionado a votación por los compañeros de clase basandose en una serie de características y lineamientos que el cuento debe contener. Va, perfecto, mi cuento lleva todo aquello.

A la hora de votar, solo dos personas votan a favor mio, dos personas de un grupo de casi treinta, los demás votaron basándose en un juicio personal hacia mi y no basándose en un juicio hacia la calidad del cuento que es como tiene que ser. Ganó un cuento que, todos mis compañeros, mi profesora y yo supimos desde primer momento que no iba a salir ganador siquiera en la escuela ¿por qué? muchas razones, razones que no tienen que ser tomadas en cuenta, razones que pasan a segundo término porque ésto no es más que un reflejo de lo que ocurre a veces en todo el país.

Si a ti te preguntaran quién es más inteligente, si Tesla o Hugo Sánchez ¿qué dirías?
Si a ti te preguntaran quién hace mejor música, si Chopin o Margarita la diosa de la cumbia ¿qué dirías?
Si a ti te preguntaran qué autor escribe mejor, si Juan Rulfo o Carlos C. Sánchez ¿qué dirías?

Puede que te guste un chingo el fut y te valga madre que gracias al otro cabrón tienes radio y luz eléctrica
Puede que no te guste la música romántica pero te encante la cumbia
Puede que no te guste uno de los más grandes autores mexicanos pero que te fascine un wey que cree que serás un imbécil si tienes sexo antes del matrimonio.

Todo es cuestión de tener un criterio objetivo. A fin de cuentas yo sé que éste año no me llevaré un reconocimiento simbólcio ni un reconocimiento en efectivo, sé que mi esfuerzo será visto dentro de algún tiempo, eso ya me vale madres. Ahora... nada más, imagínense que así fuera el criterio de todo el país a la hora de seleccionar a algun representante.


Con las disculpas de Monseñor Calderón...




Jesús

1 Comment:

Anónimo said...

Mejor sube tu cuento y nosotros lo leemos :)
Que feo hacer un cuento solo para un concurso, que solo lo leen, jueces, maestros y compas, en lugar de publicarlo, de eso se trata no? si escribes alguien debe de leerlo, subelo y le damos una leída,
y si es tan bueno como dices, pues que esperas?
voy a entrar al blog haber si la proxima vez ya está un link para el cuento o algo, va?